Cambia tu cepillo cada 3-4 meses o si las cerdas están desordenadas. Usa hilo dental y mantén una buena técnica de cepillado para prevenir enfermedades dentales. Si usas un cepillo eléctrico, cambia el cabezal regularmente. Después de una enfermedad o infección, cambia el cepillo para evitar reinfecciones bacterianas.